El reto de este Módulo 1 consiste en realizar una reflexión sobre un ejemplo de discriminación que hayamos visto en prensa o en cualquier otro sitio o en su caso algo que hayamos vivido en primera persona.
En este caso he elegido una noticia aparecida en el Diario deportivo As: https://as.com/futbol/2020/10/12/femenino/1602498474_301870.html.
Se trata de una noticia de Octubre de 2020 en la que se plantea la discriminación en la remuneración que perciben las futbolistas femeninas con respecto a los chicos cuando juegan en sus selecciones nacionales. Ante esta situación un parlamentario europeo plantea dos preguntas en la Comisión del Parlamento Europeo exponiendo la desigualdad que se produce y planteando las posibles medidas que se pueden adoptar ante las Federaciones Nacionales de futbol de los distintos países y la UEFA para solucionar esta cuestión. Y se plantea la posibilidad de que se haga como la Federación Brasileña que paga a sus futbolistas femeninos y masculinos igual.
En este caso se trata de una discriminación directa y abierta, porque se puede deducir sin ninguna duda que la razón que motiva esa diferencia de salarios es sólo el hecho de ser hombre o mujer.
Por lo que puedo apreciar actualmente creo que no se ha producido esa igualdad en el mundo del fútbol y del deporte en general, al menos en España, y que los futbolistas cobran cantidades astronómicas mientras que las mujeres no llegan ni a la décima parte. Pienso que se está avanzando algo en este aspecto en los últimos años, pero muy despacio.
Al hilo de este tema, podría compartir una vivencia personal relacionada con el fútbol fe cmenino, aunque no exactamente con el tema económico y es que mi hijo jugaba de pequeño en un equipo del barrio en el que también había dos niñas, y me llamaba la atención ver como en la mayoría de las ocasiones estas niñas jugaban mucho menos que el resto de sus compañeros, lo que les producía sentirse en cierto modo apartadas en el equipo. Creo que esto es algo que no debería ser así, y mucho menos en el caso del chavales pequeños que sólo buscan divertirse y hacer deporte. Pienso que en este aspecto se ha mejorado bastante y ahora es muy normal ver chicas jugando en equipos femeninos y mixtos y ya no se ve como una excepción y como bichos raros.
En conclusión, deberíamos ver con normalidad la practica de cualquier deporte tanto por hombres como por mujeres, y por supuesto que los deportistas profesionales tengan salarios iguales con independencia de su sexo.
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